Si no es así, te invito a descubrir una de las ciudades más hermosas del país. Un ambiente extraordinario, buena comida y monumentos impactantes, es solo una muestra de lo que puedes encontrar en la capital de Navarra. Lo ideal es pasar al menos dos días en la ciudad para disfrutar de una forma más tranquila de ella. Haremos un recorrido para que no te pierdas las visitas imprescindibles y sea una escapada perfecta.
Plaza del Castillo
Es, sin duda, el centro neurálgico y lugar de ocio por excelencia, todos los caminos conducen a la Plaza del Castillo, un amplio espacio porticado rodeado de estilosos edificios del siglo XVIII y un hermoso quiosco central. Es el lugar perfecto para comenzar nuestra visita turística y terminarlo con una degustación nocturna de los populares pinchos de Pamplona.
Los Tres Burgos
Nos encontramos con una excusa más para venir a conocer esta tentadora ciudad. Haciendo un viaje en el tiempo, Pamplona se traslada a la Edad Media durante un fin de semana y sus calles se llenan de visitantes que disfrutan de un auténtico mercado medieval que alberga puestos de artesanía y productos agroalimentarios, exhibiciones de cetrería y diferentes talleres y atracciones de antaño. Este festejo se remonta a 1423 cuando, mediante la firma del Privilegio de la Unión, los tres Burgos que formaban la ciudad decidieron unirse para siempre, dejando atrás rencillas y conflictos.
Ayuntamiento de Pamplona
El Ayuntamiento se encuentra ubicado en la Plaza Consistorial, y su importancia proviene de su espectacular fachada de estilo barroco y colores llamativos. Indudablemente es uno de los edificios que más llaman la atención de la ciudad. En esta plaza es donde se celebra cada 6 de julio el famoso Chupinazo que da inicio a las fiestas de Los Sanfermines, y llega a acoger hasta 12.500 personas. En esta plaza se puede disfrutar de un gran ambiente a cualquier hora del día.
Recorrido del Encierro de los Sanfermines y casco histórico
Caminando por el centro histórico de esta ciudad es inevitable no acordarse de los encierros de los Sanfermines, pues podemos hacer toda la ruta caminando desde los Corrales de Santo Domingo, pasando por la calle Estafeta y finalizar en la Plaza de Toros y el emblemático Monumento al Encierro.
Si tienes tiempo suficiente te recomiendo que te dejes llevar por las callejuelas del casco histórico, y de esta forma, encontrarás rincones y escenarios maravillosos, como por ejemplo la calle Redín, muy cercana a la Catedral; pasear por ella te traslada a un pueblecito de arquitectura típica navarra.
Iglesia de San Saturnino o San Cernin
Esta iglesia del siglo XIII de estilo gótico francés, es la dedicada al patrón de la ciudad. Frente a ella se puede observar una placa en memoria al lugar en el que se encuentra el pozo donde San Saturnino bautizó a los primeros cristianos de Pamplona según la tradición. Es una de las iglesias más bonitas de la ciudad, merece la pena entrar y admirar su fabuloso interior; además, la entrada es gratuita.
Catedral de Pamplona
La Catedral de Santa María la Real mezcla lo gótico y lo románico convirtiéndose en una auténtica joya rodeada de un entorno neoclásico. Es una de las visitas imprescindibles en la ciudad, pues solo con ver el claustro gótico, ya habrá merecido la pena entrar. Una vez dentro te esperan grandes tesoros como los sepulcros reales de Carlos III de Navarra y Leonor de Castilla.
Como habrás visto, Pamplona es una ciudad agradable, verde y viva de la que te acabarás enamorando. Recuerda que es importante que planifiques bien tu visita para aprovechar mejor el tiempo si dispones de poco, y que cualquier época es buena para visitar esta ciudad.