En el corazón de Navarra, la elegante y armoniosa figura del Palacio Real o Castillo, nos da la bienvenida a la ciudad medieval de Olite.
Haciendo un recorrido por las entramadas callejuelas de Olite podrás pasear al resguardo de las nobles casas de piedra con escudos y amplios aleros de madera, galerías medievales y magníficas iglesias, así como explorar el recinto de la muralla romana.
El Ayuntamiento, diseñado en 1950 con forma de mansión noble, y las galerías medievales del siglo XIV, se encuentran en la Plaza Carlos III, a la que se puede acceder a través del portal de la Torre del Chapitel. Si continuas por la Rúa Mayor encontrarás la Iglesia de San Pedro, un hermoso monumento de estilo románico con detalles barrocos.
Nos topamos con el Castillo Palacio Real de la ciudad. ¡Con razón es el monumento más visitado de Navarra! Este grandioso castillo de estilo gótico francés es una joya arquitectónica impulsada por Carlos III El Noble. El aspecto que actualmente podemos contemplar se debe a la reforma que se hizo tras el incendio de la Guerra de la Independencia. Aun así, la sensación de caminar por una fortaleza medieval imaginándote a los soldados por las murallas y a los reyes por sus estancias, parece de película. Si puedes, te recomiendo que hagas una visita guiada para que conozcas mejor la historia y las curiosidades de este fabuloso monumento.
Para completar la visita de la ciudad es indispensable probar sus vinos y visitar sus bodegas, así como disfrutar de su maravillosa gastronomía. Planifica tu visita para pasar unos días en tierras navarras y no perderte una ciudad de cuento como esta.